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Casa das Canoas
La Casa das Candas, construida en las montañas que enmarcan Rio de Janeiro, fue proyectada par a ser la vivienda del propio Oscar Niemeyer. Este proyecto fue el más exuberante de su carrera arquitectónica y se nota en los aprovechamientos que tomo a través del trabajo. Niemeyer uso a su favor el desnivel del terreno y creó una plataforma que sobresale del límite de la construcción, en la que se dispone un pabellón acristalado con las áreas de estar, comedor y cocina. De esta manera, el piso superior es casi transparente, alternando vidrio y paredes opacas curvas, todo cubierto por una losa sinuosa apoyada en delgados pilares metálicos. Rodeada por una vegetación autóctona densa y tropical, la construcción incorpora una gran piedra que penetra en la casa y en la piscina y que es utilizada para hacer la conexión entre los dos pisos, dado que la escalera interna está pegada a la piedra. Al añadir la piedra a la casa, se creo mucha controversia en el mundo arquitectónico. La naturaleza no se muestra separada o artificial, sino que resulta libre y se insinúa en todos los lugares de la vivienda, como, por ejemplo, en el amplio saliente de granito que penetra en el salón desde el jardín, casi aflorando del suelo. La naturaleza no se muestra separada o artificial, sino que resulta libre y se insinúa en todos los lugares de la vivienda, como, por ejemplo, en el amplio saliente de granito que penetra en el salón desde el jardín, casi aflorando del suelo. La intención de Niemeyer era diseñar su residencia en absoluta libertad, plasmar suavemente los alrededores y adaptarla a las irregularidades del terreno: sólo de esta manera podía conseguir que la vegetación penetrara en la residencia. Su obra ha sido definida como arquitectura de ensueño y fantasía, de emociones y espacios libres; además, él mismo admitió haber descubierto el origen de la belleza en la contemplación de las curvas de la naturaleza.
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